Lugar con mucho encanto, tuve el privilegio de sentarme en una mesita de la terraza con vistas al mar... ¡sin palabras! Para empezar la cerveza estaba muy muy fría y de comer nos recomendaron hamburguesa de ternera y pluma ibérica: las dos cosas estaban deliciosas. Sin duda alguna repetiremos ahhh y la música de fondo muy relajante, volveremos.